martes, 14 de octubre de 2008

Visita de Nahum Montt, director nacional de Renata, al taller "José Eustasio Rivera", Renata Neiva


Minicuentos

Manuel Ricardo Pinzón

Separados
Se levantó bañado en sudor, sus sabanas pintadas de escarlata y a su lado su pareja, ya sin exhalar aliento alguno. Entonces recordó las palabras del sacerdote, dichas años atrás:”Hasta que la muerte los separe”, y sonrió.


¿Lúcido?
Una punzada que me calma, y luego… ¿En dónde estoy? Un blanco inmaculado se impone y me niega toda respuesta; me irrito, obviamente. Arremeto contra todo en busca de calmar mi ira. Intentos en vano, ese todo resulta ser un gran nada. Grito, grito y grito pero la única respuesta que tengo es la perpetua soledad. ¡Qué horror! No veo mi cuerpo, pues éste se confunde con ese blanco omnipresente; ya hasta mis brazos me ha quitado. Pienso tal vez en esperar, pero cómo esperar en donde no hay tiempo, no tiene sentido.
Un haz de luz de la nada le da la entrada a un hombre… ¡También de blanco! ¿Dios mío, por qué te empeñas en atormentarme con tanto blanco?... El hombre me habla y me habla pero yo sin entenderle nada. ¿Habré perdido ya el entendimiento? En últimas otra punzada calmante. Ahora sí sólo me queda soportarme en mi razón y aguantar, el único problema es que no sé si ella es la que me hace falta.