lunes, 28 de marzo de 2011

Dos grandes comprimidos

"La brevedad es una de las mayores virtudes de los buenos cuentistas", parecen decir a una sola voz quienes han pensado el asunto, desde la primera preceptiva de Poe. Esa brevedad, si se suma a la calidad estética, nos regala, a veces, geniales obras de arte. Aquí van dos muestras de esto. La primera, del escritor venezolano Luis Britto García; la segunda, del escritor mexicano Guillermo Samperio:

El monopolio de la moda
Luis Britto García


Ahora reposa y siéntate. Dentro de un instante entrará un vendedor a explicarte que tu televisor está pasado de moda y que debes comprar el nuevo modelo. En pocos minutos convendrás sin él las condiciones del crédito del precio y te dirás que en verdad una mañana de uso ya es suficiente. Al encender el nuevo aparato lo primero que notarás será que las modas del mediodía han cedido el paso a las modas de las dos de la tarde y que una tempestad de insultos te espera si sales a la calle con tus viejas corbatas de la una y veinticinco. Así atrapado, debes llamar por teléfono a la tienda para arreglar el nuevo crédito, a cuyos efectos intentarás dar en garantía el automóvil. El computador de la tienda registrará que el modelo es del día pasado y por lo tanto inaceptable. Lo mejor que puedes hacer es llamar al concesionario y preguntarle sobre los nuevos modelos de esta mañana. El concesionario te preguntará qué haces llamándolo por ese teléfono de modelo anticuado, y le dirás es cierto, pero ya desde hace media hora estás sobregirado y no puedes cambiar de mobiliario. No hay más remedio que llamar al Departamento de Crédito, el cual accederá a recibir el viejo modelo por el uno por ciento de su precio aunque la inversión bien lo vale. Calculas que eso te da tiempo para llamar a que vengan a cambiar el congelador y la nevera, pero otra vez el maldito teléfono anticuado no funciona y minuto tras minuto el cuarto se va haciendo inhóspito y sombrío. Adivinas que ello se debe al indetenible cambio de los estilos y el pánico te irá ganando, e inútil será que en una prisa frenética te arranques la vieja corbata e incineres los viejos trajes y los viejos muebles de ayer y las viejas cosas de hace una hora, aún de sus cenizas fluye su irremediable obsolescencia, el líquido pavor del que sólo escaparás cuando, a las cuatro, lleguen tu mujer y tus hijos cargados con los nuevos trajes y los nuevos juguetes, y tras ellos el nuevo vestuario y el nuevo automóvil y el nuevo teléfono y los nuevos muebles y el nuevo televisor y la nueva cocina, garantizados todos hasta las cinco, y el nuevo cobrador de ojos babosos que penetra sinuosamente en el apartamento, rompe tu tarjeta de crédito y te notifica que tienes comprometido tu sueldo de cien años, y que ahora pasas a los trabajos forzados perpetuos que corresponden a los deudores en los sótanos del Monopolio de la Moda.

Tiempo libre
Guillermo Samperio



Todas las mañanas compro el periódico y todas las mañanas, al leerlo, me mancho los dedos con tinta. Nunca me ha importado ensuciármelos con tal de estar al día en las noticias. Pero esta mañana sentí un gran malestar apenas toqué el periódico. Creí que solamente se trataba de uno de mis acostumbrados mareos. Pagué el importe del diario y regresé a mi casa. Mi esposa había salido de compras. Me acomodé en mi sillón favorito, encendí un cigarro y me puse a leer la primera página. Luego de enterarme de que un jet se había desplomado, volví a sentirme mal; vi mis dedos y los encontré más tiznados que de costumbre. Con un dolor de cabeza terrible, fui al baño, me lavé las manos con toda calma y, ya tranquilo, regresé al sillón. Cuando iba a tomar mi cigarro, descubrí que una mancha negra cubría mis dedos. De inmediato retorné al baño, me tallé con zacate, piedra pómez y, finalmente, me lavé con blanqueador; pero el intento fue inútil, porque la mancha creció y me invadió hasta los codos. Ahora, más preocupado que molesto, llamé al doctor y me recomendó que lo mejor era que tomara unas vacaciones, o que durmiera. Después, llamé a las oficinas del periódico para elevar mi más rotunda protesta; me contestó una voz de mujer que solamente me insultó y me trató de loco. En el momento en que hablaba por teléfono, me di cuenta de que, en realidad, no se trataba de una mancha, sino de un número infinito de letras pequeñísimas, apeñuscadas, como una inquieta multitud de hormigas negras. Cuando colgué, las letritas habían avanzado ya hasta mi cintura. Asustado, corrí hacia la puerta de entrada; pero antes de poder abrirla, me flaquearon las piernas y caí estrepitosamente. Tirado bocarriba descubrí que, además de la gran cantidad de letras hormiga que ahora ocupaban todo mi cuerpo, había una que otra fotografía. Así estuve durante varias horas hasta que escuché que abrían la puerta. Me costó trabajo hilar la idea, pero al fin pensé que había llegado mi salvación. Entró mi esposa, me levantó del suelo, me cargó bajo el brazo, se acomodó en mi sillón favorito, me hojeó despreocupadamente y se puso a leer.

sábado, 5 de marzo de 2011

Reunión Red Nacional de Escrituras Creativas, Nodos Centro y Oriente. Biblioteca Nacional, marzo 03 de 2011

Nodo Centro-Oriente

Zona Centro delibera sobre el nuevo nombre de la Red

Zona Oriente delibera sobre el nuevo nombre de la Red

Ministerio de Cultura, Banco de la República y Secretaría de Cultura y Turismo del Huila forman escritores: Convocatoria 2011

Con el acompañamiento de la poeta antioqueña Lucía Estrada, Premio de Poesía Ciudad de Medellín, 2005, y Premio Nacional de Poesía Ciudad de Bogotá, 2010, entre otros galardones, queda formalmente inaugurado el Taller “José Eustasio Rivera”, Renata Huila, en sus actividades literarias para el año 2011. Betuel Bonilla Rojas, coordinador del Taller desde el 2006, comentó que para este año, y como parte de su gestión cultural, se suma al proyecto el Área Cultural del Banco de la República. Dentro de los 14 talleres apoyados por el Banco a nivel nacional, el Taller del Huila, seleccionado por su calidad y su producción dentro de los tres mejores talleres en el 2009, resultó uno de los beneficiados: “Esto se debió en gran medida a la dedicada planeación de las actividades, al rigor en cada sesión, al cumplimiento del programa pactado, al perfil de los asistentes y al permanente apoyo de la Secretaría de Cultura y Turismo del Huila a lo largo de cinco años de funcionamiento”, agregó Betuel Bonilla.

Como quiera que los talleres Renata funcionan a nivel nacional con el apoyo de los entes territoriales, para el caso del Huila significa un logro más haber podido vincular al Banco de la República a las actividades, algo que asegura larga vida para el grupo. Entre sus logros a lo largo de cinco años de trabajo ininterrumpido, los integrantes del taller han obtenido premios departamentales, nacionales e internacionales, y varios de ellos han sido publicados en antologías de cuento en diversos ámbitos.

El Taller sesiona semanalmente en la Sala “José Eustasio Rivera” de la Biblioteca Departamental, los días martes, de 3:00 a 7:00 PM. Cuenta con una publicación semestral propia, llamada “Letras calientes”, y está dirigido a todas aquellas personas interesadas en la creación literaria como oficio, y en la escritura de cuento, especialmente. En la actualidad quedan varios cupos disponibles para nuevos integrantes. La inscripción es totalmente gratuita y sólo se requiere contar con la disposición necesaria para las sesiones de cada ocho días y con las ganas de contar historias. Las inscripciones pueden hacerse directamente en la Biblioteca Departamental, con el escritor y pintor Miguel de León, o en el Área Cultural del Banco de la República.

En el año 2010, el taller contó entre sus invitados como escritor asociado al escritor Antonio Ungar, quien pocos meses después se alzó con el importante Premio Herralde de Novela. De igual manera, en ese mismo año se asumió la modalidad de “escritor local invitado”, metodología que permite la conversación entre los nuevos escritores y autores del ámbito local con publicaciones. Durante el año 2011 se continuará con dicho programa y se tendrá como invitados a los escritores Marco Fidel Yucumá, Álvaro Carrera, Norberto Insusty y Luz Dary Torres. La Secretaría de Cultura del Huila y el Banco de la República invitan a quienes estén interesados en la escritura de narrativa a que se acerquen a inscribirse.

Sesión regular de trabajo de nuestro Taller. Sala José Eustasio Rivera. Biblioteca Departamental