domingo, 3 de julio de 2011

Del seguro contra robos de autos, de Abdón Ubidia

Otra joya de la brevedad. En este caso, en una selección del cuento ecuatoriano publicada por la editorial Monte Ávila, me encontré con esta otra maravilla. El propio Abdón Ubidia autorizó su publicación vía blog para que podamos disfrutar de su lectura. A él, nuestro más sincero agradecimiento por su generosidad. Además, tenemos el enlace para visitar la página del maestro. http://www.ubidia.editorialelconejo.com/ Pronto estaremos buscando sus libros en físico para el trabajo en el taller.

Aquí va el cuento:


Del seguro contra robos de autos

Abdón Ubidia

El sistema funciona así: cuando el ladrón consigue entrar al automóvil ―cosa por lo demás nada difícil― y se sienta frente al volante, unos dispositivos accionados electrónicamente traban las puertas y aseguran las ventanas. La operación puede o no ser silenciosa. El segundo paso sobreviene cuando el intruso trata de arrancar el motor. Entonces, sobre el tablero de los instrumentos parpadea una luz roja. A continuación una voz grabada repite, cada treinta segundos, el mismo mensaje: “De aquí no podrá salir… De aquí no podrá salir”. Luego del tercer mensaje (esto ya ha sido computado) el ladrón, que ha insistido ya varias veces con el arranque, intenta huir. Pero, tanto puertas como ventanas están muy bien trabadas. No conseguirá abrirlas. Es cuando una aguja hipodérmica sale del asiento y le inyecta un preparado especial que le paraliza las piernas y le deja sin voz. Se ha establecido que, en un porcentaje muy alto de los casos, el ladrón ―bajo el efecto de la inyección― cree que todo lo que ocurre no es otra cosa que una pesadilla. Para evitarle tal error, la misma grabación le explica los pormenores del asunto. Y así todo queda listo para el último paso que, por desgracia, es harto desagradable pero, sin duda, necesario. El espaldar y el asiento se corren hacia la derecha (en los modelos ingleses hacia la izquierda) dejando al descubierto un sistema de engranajes y émbolos entre los cuales el ladrón es perfectamente triturado, comprimido y disuelto en un poderoso ácido inodoro cuya fórmula es un secreto de la casa fabricante. Luego, asiento y espaldar retornan a su posición normal, de tal manera que el propietario cuando entre a su vehículo y lo ponga en marcha no encuentre un solo indicio de lo que ha ocurrido ahí.
La casa fabricante garantiza que sólo en uno por ciento de los casos el dispositivo confunde ladrón con propietario.

4 comentarios:

Osvaldo dijo...

Yo pensaba que lo único que se podía hacer cuando a uno le robaban el auto era llamar a un seguro de autos para avisar del suceso. Ojala que estas novedades se difundan mucho mas para distintos ambitos

Rafa dijo...

No es una novedad.. es solo un cuento

EL CHICKEN NUGGETS dijo...

HOY LA MAC CHICKEN POR 1,50$

CHICA VENEZOLANA EN APUROS dijo...

no, todo esto es cierto. ya se hace en paises como Venezuela. La gente por alli esta tan desesperada que mata a los estadounidenses con este metodo
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